¿Tu hijo ya no te mira con admiración y vuestras conversaciones avanzan al ritmo de un caracol con artrosis? No te estreses, es ley de vida. Aún tienes cierto poder, demuestra tu autoridad. No todo son fusilamientos al amanecer, ni castigos sin paga, así que te propongo que le cojas de la oreja y te sientes en el sofá junto al chico silencioso. Oblígale a ver esas viejas cintas VHS que guardas en el camarote. Ya madurará y verá otro tipo de películas, no te preocupes… ¡no se convertirá en lo que tú eres!
Hoy no voy a criticar, no importa si los planos son originales, si hay un guion detrás que respalde cada frase y cada comportamiento, hoy solo me fijo en el entretenimiento puro y duro. En la acción, los casquillos de bala, los puñetazos, las persecuciones y voladuras… Pero no te acostumbres, en mis próximos artículos es más fácil que leas un comentario superficial sobre Antonioni, que un reproche profundo a Lobezno. ¿Te subes al DeLorean conmigo?
El caballero oscuro – The Dark Knight – 2008
Empiezo con un cómic para que la transición no sea muy brusca. La trilogía de Nolan envolvió de prestigio este tipo de películas arrancadas del papel. El celuloide colorista es cosa del pasado, los responsables de este Batman ensombrecieron las escenas infantiles. El héroe de Gotham tiene un digno antagonista: el Joker de Heath Ledger. Seis meses antes de su estreno, murió el que podría haber sido el Marlon Brando de esta generación…
¿Quieres saber por qué utilizo un cuchillo? Las pistolas son demasiado rápidas, no te dejan saborear todas esas pequeñas emociones. La gente cuando está a punto de morir se muestra tal y como es. Así que, en cierto modo, yo llegué a conocer a tus amigos mejor que tú.
Una tragedia inquietante que trasciende al cine de acción. Una de las mejores películas de todos los tiempos. Ni siquiera Tim Burton supo abrir tanto las negras alas de la imaginación…
Acorralado – First Blood – 1982
Siempre quise ir a LA… ¡perdón! Siempre quise ver Acorralado. Creo que era el único niño de mi clase que no sabía qué era un boina verde, aunque sonaba muy guay. Obviamente, en el recreo había peleas, unas en serio y otras, puros simulacros, pero mis ojos rebosaban de sangre y rabia porque no siempre era yo el que levantaba los brazos como Rocky. Normal. No estaba altamente entrenado en técnicas de supervivencia, combate cuerpo a cuerpo y guerra de guerrillas. Era injusto, era frustrante. Muy amargo. Un renacuajo inocente enfrentándose a veteranos de la guerra de Vietnam en miniatura.
No he venido a salvar a Rambo de ustedes, sino a ustedes de Rambo.
Luego me desquité y ahora mismo podría derribar un helicóptero con una piedra. Soy temible. Vale, vale, maduremos un poco y encerremos los complejos en una cárcel del Viet Cong. Ya no se me escapa la carga ideológica que impregna esta historia basada en la novela de David Morrell. El personaje de Sylvester Stallone es un desgraciado que no encaja en la sociedad civil y por eso se tira al monte, es un animal herido, pero el cariño y el respeto de Richard Crenna, el coronel Trautman, lo humanizan. ¡Dios! ¡Rambo! ¡Necesito una paliza!
El último Boy Scout – The Last Boy Scout – 1991
El agua moja, el cielo es azul, las mujeres tienen secretos…
Esta frase me mordió a los catorce años, y abrí los ojos. ¡El agua moja! Ojo, estamos ante el guion más caro de su época, hasta que apareció, o escribieron, el de Instinto básico. Bruce Willis no creo que necesitara actuar para encarnar a Joe Hallenbeck, un cínico detective que se ve mezclado en una trama político-mafioso-deportiva. Y sin embargo, me apuesto el Ferrari que no tengo a que cobró un pastizal.
Otro aliciente es ver a Halle Berry en uno de sus primeros papeles. Guapísima. Nunca le diría eso de… “cómprate un perro”. Antes tengo que ponerme el collar y tocar a su puerta con el hocico…
Robin de los bosques – The Adventures of Robin Hood – 1938
Errol Flynn es Robin Hood, y traspasa con su flecha la manzana que tenemos en el pecho. ¿La tuya está podrida? Es el actor por antonomasia de las películas de aventuras, el saltimbanqui que mejor encarna al héroe de acción. Esta lista estaría incompleta sin la sonrisa proscrita que contagió valentía en Sherwood. La carcajada de Hollywood. Esta obra de Michael Curtiz es un antidepresivo infalible.
De acuerdo, Robin de los bosques es una película más vieja que los hermanos Lumière, pero no ha perdido ni pizca de encanto; como Olivia de Havilland. Es una palmerita de chocolate rellena de nata. Ese duelo de espada entre el villano, interpretado por el magnífico Basil Rathborne y Errol Flynn, el chico de las mallas verdes, es eterno. ¿Te desafío? Aprovecho estas líneas para recomendarte, si no la has visto, Robin y Marian. Melancolía, inteligencia y excelencia.
Matrix – The Matrix – 1999
Los Wachowski nos lanzaron al siglo XXI. Revolucionaron el género. Neo, Morfeo, Trinity y el Sr. Smith deslumbraron a los espectadores y aún hoy, casi quince años más tarde, te dejan con la lengua fuera. Y los ojos pegados a la pantalla. El efecto Bullet time, las gafas de sol de Keanu, los cueros negros y las peleas con decenas de adversarios sin que Bud Spencer y Terence Hill estuvieran en escena repartiendo mamporros…
¿Nunca has tenido la sensación de no saber si estás despierto o soñando?
El trasfondo filosófico hizo pensar a algunos que era demasiado compleja para ser una simple película de acción. Platón, Descartes o Hillary Putnam… Bah… En este artículo nos quedamos con el increíble efecto Bullet time. O con el cuero negro…
Le llaman Bodhi – Point Break – 1991
Repetimos con Keanu Reeves. Kathryn Bigelow no siempre fue esa chica altísima que pasea por la alfombra roja del Kodak o el Dolby Theatre. En el rótulo televisivo, siempre leemos: nominada al Óscar. ¡Pues no! Antes de pisar los huevos duros de la conciencia yankee contando las miserias de la guerra de Irak o el asesinato de Bin Laden, era una directora de género que realizaba películas entretenidas sin más pretensiones.
El miedo provoca dudas. Y las dudas hacen que tus peores miedos se cumplan.
El chico de rasgos exóticos que hizo un pacto con el diablo para mantenerse joven, es Johnny Utah, un agente novato del FBI infiltrado en una banda de ladrones de bancos que hacen surf y que se hacen llamar los expresidentes. Patrick Swayze, por su parte, ya no baila, es Bodhi, una especie de gurú que vive al límite. ¿Te atreves a cabalgar la gran ola en Bells Beach? ¿Te tirarías de un avión sin paracaídas? Si los ojos azules de Lori Petty dependieran de ello… quizás, sí.
Arma letal – Lethal Weapon – 1987
Richard Donner, Mel Gibson y Danny Glover son un equipo. Un poli blanco y uno negro. Un tipo serio y maduro y un loco entrañable que podría volarse la tapa de los sesos en cualquier momento. Arma letal perfiló el subgénero conocido como Buddy Cop, en el que dos policías de carácter opuesto fraguan una estrecha amistad mientras persiguen a los malosos. A los delincuentes. Bla, bla, bla…
Comedia y explosiones, acción trepidante y simpatía a raudales, que diría un clásico. Una de las franquicias más taquilleras, a pesar de sostenerse sobre un guion con más agujeros que un colador. ¡Pam, pam, pam! Mel Gibson sobreactúa, sí. Y, ¿qué? ¿No te entretiene? ¿Miras el reloj, desganado, en algún momento? Un cóctel al que no te puedes resistir… con quince años. Pero cuidado, chico, muchas copas sientan mal. Y empalagan…
Terminator 2: el juicio final – Terminator 2: Judgment Day – 1991
Soy tan viejo, que vi esta película en el cine. En el cine Los Ángeles de Santander. Un bombazo que sacudió la industria. Terminator (1984) había sido un colosal éxito y todos esperábamos la secuela. Como bien sabrás, es muy complicado superar las expectativas… La original había catapultado a Arnold Schwarzenegger al Olimpo de los dioses, pero James Cameron lo vistió de Zeus.
Sus efectos especiales te siguen perturbando, son perfectos. El metal líquido del T-1000, el futuro gobernador de California en un papel donde resulta creíble… No hay respiro, sube a la moto y no mires atrás. Acelera al ritmo del You Could Be Mine de Guns n’ Roses.
Sayonara, baby.
El segundo artículo de las 15 películas de acción que no debe perderse tu hijo de 15 años. Las siete últimas.