Céline Sciamma

Varón y mujer, polos unidos más de una vez en el imaginario de la mitología. Pero más allá del andrógino platónico, separado violentamente de su otra mitad, tenemos la imagen de aquel en cuyo cuerpo no se encuentran fácilmente los signos bajo los cuales se sigue operando la escisión de los opuestos. Un rostro puede engañar, sobre todo antes de que el desarrollo biológico se encargue de marcar más las diferencias.