Publicado por Carlos Girón el 27/08/2013 @ 16:43
Yaron Zilberman se pone detrás de la cámara y toma la batuta. Se convierte entonces en un auténtico director de orquesta que debe lograr la armonía contando con unos monstruos de la pantalla como instrumentos. El veterano Christopher Walken y el galardonado Philip Seymour Hoffman son punto y contrapunto de una historia de las relaciones humanas vistas a través de la música. “El último concierto” inicia. Silencio en la sala.
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