Ya tenemos fecha para el documental dirigido por Asif Kapadia y producido por James Gay-Rees titulado Amy. Un documental que muestra la vida de la cantante desde sus humildes inicios en la música, pasando por sus momentos de mayor éxito hasta llegar a su muerte en 2011 por el abuso del alcohol. Y como no podía ser menos ya viene cargado de polémica. La familia de la cantante tacha de engañosa la película y se desvincula totalmente de la manera en que se refleja el trato de la enfermedad de Amy por su parte.
Amy, tras casi cuatros años de su muerte, se ha convertido en todo un icono de la música británica, lógico, tenía todos los ingredientes, talento, rebeldía, personalidad, voz, magia, una vida personal caótica y para redondear una temprana y trágica muerte a los 27 años. Puso el soul, el blues y el jazz de nuevo en las radios, aunque nunca ha desaparecido pues es la base de nuestro pop, ella lo llevó a las nuevas generaciones. Una dama de la música con un toque choni, que se convierte en presa de la prensa sensacionalista y que conquistó a todos con esas canciones dramáticas y autobiográficas como si de coplas a lo soul se trataran.
Nació en 1983. Hija de una familia humilde del barrio Southgate al norte de Londres. Su padre, Mitchel Winehouse, taxista popular por cantar alguna que otra canción en los conciertos de su hija y por flirtear con la prensa amarilla y su madre, Janes Winehouse,técnica de farmacia le proporcionan una vida normal, una infancia normal en un barrio normal según siempre declaró Amy.
No le interesaban mucho los estudios, se entretenía más con su amiga Juliette Ashby con la que formó dúo musical durante su adolescencia. Siempre con un toque rebelde que no encaja en lo convencional Amy empezó a llamar la atención en la primera escuela de arte en la que estuvo por sus cualidades artísticas pero también por su poca disciplina así que fue expulsada. Su paso por la escuela le proporcionó el contacto con la National Youth Jazz Orchestra siendo poco después descubierta por la industria musical.
Su primer álbum se publica en 2003, Frank, y tres años más tarde regresa con Back to Black siendo un éxito redondo, ganando numerosos premios y reconocimientos y alcanzando records de ventas.Era tan normal pero tan extraordinaria al mismo tiempo que su talento le hizo ganar fama a nivel mundial, premios, dinero y no supo gestionarlo. Su adicción a las drogas y a su marido se convirtieron en protagonistas de sus conciertos. En julio del 2007 Amy fallece con 27 años dejando una gran legado musical. Se publica Lionnes: Hidden Treasures, su álbum póstumo.
El documental se presentará el próximo mes en el Festival de cine de Cannes y llegará a los cines el próximo 3 de junio y es una gran excusa para seguir recordándola como la gran estrella de la música que era.