El uso del multimedia en la educación permite diseñar propuestas formativas atractivas y efectivas en un sistema de enseñanza, enriqueciendo y optimizando la presentación de los contenidos haciendo uso de imágenes, vídeos, música, animaciones, etc. Aquí te presentamos las 6 características imprescindibles que debe tener un buen material educativo multimedia:
1- Desarrollar programas que permitan un uso sencillo, de fácil instalación y que garantice la seguridad del equipo en el que se opera; también es importante que sean compatibles con distintas versiones de los sistemas operativos más utilizados, con la finalidad de no excluir el acceso a ningún participante. También debemos tener presente que la velocidad de conexión a Internet puede variar entre los usuarios, por lo tanto debemos evitar los archivos y programas que requieran mucho tiempo de instalación o descarga en el ordenador.
2- Contar con un diseño organizado y un sistema que permita un uso fluido; establecer un manejo sencillo, armónico y atractivo dirigido a lograr los fines didácticos. En muchas ocasiones un aspecto limpio y ordenado ayuda a que la navegación sea agradable y que los estudiantes se encuentren con menos dificultades.
3- Cuidar los contenidos y su estructura, motivando al estudiante a mantener el interés. Un exceso de información, imágenes y sonidos, pueden convertirse en distractores para el aprendizaje. De igual manera, se debe priorizar en los contenidos sin saturar de información que no sea primordial para una temática.
4- Los recursos multimedia deben estimular al alumno en la resolución de problemas y el desarrollo del pensamiento crítico aumentando la participación de los alumnos y colocándolos al frente de su proceso de aprendizaje. Recordemos que siempre que un estudiante se involucra y hace suya la experiencia educativa resultará mucho más significativa para él.
5- Diseñar materiales que sean adecuados al colectivo al que va dirigido, asegurando que el nivel de dominio tecnológico no rebase las habilidades de los participantes y que, por tanto, sea una limitante que a mediano plazo haga perder el interés y disminuya la confianza de los estudiantes.
6- Considerar herramientas para la evaluación formativa de los estudiantes, generando estrategias para apreciar su desempeño y los aprendizajes logrados al final del proceso. El empleo de materiales multimedia permite establecer parámetros controlados de evaluación, por lo que es sencillo llevar un seguimiento acerca de la efectividad del mismo.
De esta manera, podemos garantizar que los materiales que utilicemos tengan un mayor grado de efectividad y que la tecnología represente un aliado para el docente que busca innovar en el aula aprovechando al máximo los recursos multimedia y obteniendo mayores logros educativos.
