Her, el amor más allá de la tecnología

Ya hemos podido ver el último largometraje de Spike Jonze, el cuarto de su filmografía. Her puede parecer cine pseudotecnológico que atraerá a muchos geeks, sin lugar a dudas. Pero ninguna sinopsis que se ha escrito hace justicia a una película que esconde un contenido mucho más profundo.

Her es una historia de un hombre sólo y con el corazón roto que se dedica a escribir cartas personalizadas por encargo. Pero mediante la interacción con un nuevo moderno sistema operativo redescubrirá el amor, con todas sus aristas. Joaquin Phoenix consigue hacer uno de los mejores papeles de su carrera, mostrándonos a un Theodore muy creíble en todos los estados de ánimo por los que pasa a lo largo de todo el filme. No están nada mal el resto de actores, o debería decir actrices, porque los personajes femeninos son los que sirven de contrapeso en la película. Amy Adams, Rooney Mara, Olivia Wilde y, sobre todo, Scarlett Johansson que, aunque sólo de voz presente, borda a su personaje. Una pena que hayan podido presentar su candidatura a los Oscars al no aparecer físicamente.

La película está ambientada en un futuro próximo, donde la tecnología se ha convertido en el eje principal de la vida de la gente. Las personas se alejan de las personas y buscan refugio en la vida 2.0, lo cual nos debe hacer reflexionar sobre a dónde vamos y en quién nos podemos convertir si no sabemos separar estas dos formas de vivir. Hay varias secuencias en las que esta reflexión se hace muy significativa, en las que se muestra a la gente hablando sola por la calle. También es interesante ver cómo lo que le ocurre a Theodore no es un hecho exclusivo suyo, sino que se empieza a convertir en habitual.

Hay pocas cosas que se le puedan echar en cara a Spike Jonze en esta película, si acaso la fotografía que, con esos filtros amarillentos y anaranjados, me ponen un poco nervioso y le quita mucha belleza visual. Pero eso sólo es mi opinión, claro. Las hay de todos los colores, incluso amarillentas y anaranjadas. En el apartado tecnológico, hay que hacer un esfuerzo para creer la perfección con la que la inteligencia artificial del sistema operativo está dotada. Imposible no enamorarse de ella, algo que sus creadores deberían haber tenido en cuenta.

Sí os digo la verdad, la película me causó escepticismo cuando la empecé, y si hubiera escrito este artículo en la mitad de su metraje, os aseguro que habría sido una crítica negativa, pero la película va de menos a más. Esperaba más superficialidad, frivolidad en un principio, pero me encontré con una historia de amor de verdad, con un doloroso desengaño amoroso, con una tierna amistad y con una concienzuda reflexión sobre las relaciones personales. Una película muy recomendable para todos, que hay que disfrutar desde un punto de vista objetivo y sin posicionarse.