Aborto, eutanasia, suicidio. Tres temas delicados y profundamente personales. Tres temas relacionados con la muerte. Temas personales, pero con mucho efecto en las personas que tenemos alrededor. Bélgica legaliza la eutanasia para los menores, la noticia que crea una atmósfera algo turbia.
El primer país del mundo que toma esta decisión. Sin limite mínimo de edad. La eutanasia para mayores de 18 lleva siendo legal desde hace 14 años; Luxemburgo también la legalizó y en los Países Bajos es legal para los mayores de 12 años. Algunos estados de EEUU y Suiza han legalizado ya el suicidio asistido.
La nueva ley belga incluye ciertas condiciones: dos médicos y un psiquiatra analizarán cada caso, y los padres tienen que estar de acuerdo. La ley también exige que el niño debe ser capaz de decidir por sí mismo, pero no establece una edad mínima.
Actualmente, el 2% de la mortalidad en Bélgica está relacionada con la eutanasia. Luc Deliens, el presidente del grupo de investigación del cuidado de pacientes con enfermedades en estado terminal de la Free University of Brussels y Ghent University está seguro de que:
No habrá un boom de casos de eutanasia. Habrá un número mucho más bajo comparado con el número de solicitudes de los adultos.
Además asegura de que los niños evitan pedir la eutanasia porque ven el sufrimiento de sus padres. Deliens también dice que las enfermedades crónicas determinan que los niños maduren muchísimo en muy poco tiempo, pero, ¿suficientemente maduros para decidir que pueden dejar de vivir?
Hablamos de sociedades que avanzan, que evolucionan, y junto a ellas, sus leyes. Siempre antes de dar un veredicto deberíamos imaginarnos en la misma situación. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que la decisión más útil, o más inmediata no es siempre la más acertada.
Al fin y al cabo se trata de una libertad más, no de una obligación; y se trata de poder aceptar la libertad de los demás y respetarla aunque no sea lo que a nosotros nos gustaría. No puedo dejar de imaginarme tener un niño en estado terminal, con dolores enormes, y ver como día tras día le está costando más ser él mismo. La esperanza es lo último que se pierde. Rezas por un milagro, un medicamento o una planta que estén a punto de descubrir. Será amor, egoísmo o simplemente el instinto de sobrevivir… ¿Cuándo reunimos las fuerzas necesarias para dejarlos ir?
No puedo dar mi voto, en ninguno de los casos. No puedo decidir. No se qué es lo que haría yo, ni si fuera la paciente ni la madre, pero opino que está bien tener todas las opciones.
Hola, que tal. Mira…en principio estoy a favor de esta ley. Creo que la cuestión es hacerle justicia a las leyes. Pues bién sabemos cuantas veces se cometen abusos por parte de sus ,”supuestos”-veladores. Me parece un tema muy delicado, opino que solo la experiencia -la practica- nos puede revelar los resultados de estas iniciativas, en estos casos soy parti- dario de dar el paso, es decir antes de morir de hambre me como la gallina o el huevo antes de preguntarme que fué primero. Sea como sea creo que, es esencial no de- jar en manos desaprensivas o, e, ineptas, este tipo de “experimentos”.
A mí parecer , las creencias religiosas no debieran tomar partido es este tipo de decisiones, no veo por qué alguien libre de Dios ha de ser, esclavo de un creyente, o, mejor dicho de, las creencias de tal. He de reconocer que el hecho de que ten gan que intervenir terceras personas para,, llevar a cavo esa muerte asistida, me crea cierto dilema, llamese etico o moral. En fin todo sea por la libertad, pienso que ésta nos ayuda a crecer. más allá de lo conocido..
Un gran abrazo.
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