La importancia del contexto histórico en las meditaciones cartesianas

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Después de Carpe diem (típico cliché, que quiere decir algo así como, aprovecha el momento), el “Cogito ergo sum” de René Descartes, debe ser la frase latina más usada, que en resumidas cuentas o simplemente traducida, no quiere decir otra cosa que “pienso luego existo”. Más allá del constante uso de esta frase, lo importante que tiene, es que lleva consigo el contexto histórico de cuando se dijo y sobre todo su verdadero significado, bien sea éste, el por qué de nuestra existencia.

coito ergo sum

Cuando Descartes soltó su famosa frase “Cogito, ergo sum, dentro de todos los contextos que caben, nosotros sabemos bien que él estaba intentando decir otra cosa. Muchas cosas influyeron en el pensamiento de Descartes, tales como sus escrituras al desnudo, sólo cubierto con el calor de la chimenea, así nos lo cuenta en su famoso libro de las Meditaciones metafísicas, donde surgió su pensamiento del no saber si soy o no soy, entiéndase como se quiera entender, tanto en existencia como en tendencia.

El contexto histórico fue clave, fue lo que lo llevó a escribir su sexo, luego existo. Era el renacimiento en Europa y esto traía consigo la vuelta del sexo y las orgías –de las bacanales–, no era nada más que la resurrección de la cultura antigua. Había cambios visibles en la sociedad y en la filosofía, el aristotelismo estaba en quiebra –ya nadie compraba los textos– y bien se sabe que ya no era la Edad Media, por lo que la influencia de la iglesia no era tan fuerte y ya no manejaban el poder de la misma forma en que venían haciéndolo.

Pero como dicen algunos filósofos críticos, en filosofía había quienes seguían haciendo su papel de monje, Descartes no fue uno, se refirió al sexo de una forma más abierta, comenzó a hablar de ello como fuente de existencia, sólo que luego tuvo que cambiar sus palabras por el famoso “Cogito, ergo sum” antes mencionado. Cuando Descartes comienza a dudar de su existencia hizo lo que un buen cartesiano haría, simplificó y eso lo llevo al sexo, coito, ergo sum y lo vemos representado en el siguiente silogismo: Alguien tuvo relaciones sexuales, en este caso, mis padres, por consiguiente, nueve meses después nací, al nacer yo existo, de lo contrario no estaría aquí y así fue, a diferencia de como muchos creen que por tener relaciones sexuales existen, no, es porque gracias a este hecho existimos.

Realmente este pensamiento es bastante sencillo y Descartes llegó a éste sin tantos rodeos como se cree, olvidémonos de “filosofía baratas y zapatos de goma” como dice Charly García, basta de esa metafísica aburrida, porque de haber sido en otra época seguro que no habría llegado a dicha conclusión sexualmente simple.

Archivado en Charly García, Cogito, Coito, Descartes, Filosofía, Filosofía de la cultura, Humor, Metafísica
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