Cuando compré “Divergente” no lo hice sabiendo que en abril se estrenaba la película en España. Lo vi en una librería de un aeropuerto y la verdad es que la portada me llamó la atención. Acto seguido fui a leer la sinopsis y me cautivó.
En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia… y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.
Cuando hablamos de una distopía solemos hablar de una sociedad post-apocalíptica no deseable. A lo largo de la historia podemos ver muchas de ellas, tanto en literatura, cine como incluso en los videojuegos. En los últimos años uno de los más conocidos ha sido “Los Juegos del Hambre”, pero solo tenemos que mirar un poco más para atrás para encontrarnos “The Matrix” en el cine o en los videojuegos las sagas Fallout o BioShock. En alguno de estos casos exploramos el motivo que ha llevado a tal situación y en otros, como en Matrix, desconocemos su origen.
Curiosamente la mayor parte de las distopías plantean formas de controlar la población. En Matrix la sociedad vivía dormida experimentando una realidad virtual, en Los Juegos del Hambre la sociedad se dividía en distritos y cada uno se ocupaba de una necesidad de la población: cosecha, minería, etcétera.
La sociedad distópica que recrea Veronica Roth en “Divergente” plantea la separación de la sociedad para intentar erradicar sus males: las mentiras, el egoísmo, la cobardía, los conflictos bélicos y el desconocimiento. Por lo que la sociedad se divide en Abnegados, Verdaderos, Osados, Cordiales y Eruditos. El gobierno se lo han cedido a los Abnegados, ya que su altruismo hará que legislen buscando el bien común y no el enriquecimiento particular ni de ellos ni de ningún otro grupo social.
Cuando los ciudadanos cumplen 16 años pasan una prueba de aptitud para después elegir si continúan en su facción o se trasladan a otra rompiendo la relación con sus familias. Lealtad a la facción por encima de la sangre.
Pero nuestra protagonista Beatrice Prior es divergente o dicho de otra forma es apta para más de una facción. Como decía al principio el objetivo de la separación por facciones es el control de la sociedad, por lo que podéis imaginar que el hecho de ser divergente supone un problema de control: ya que puede pensar desde la perspectiva de varias facciones.
Como no quiero desvelar la historia solamente os voy a contar que en este contexto tendremos romances, conflictos morales, conspiraciones y la lucha de nuestra protagonista para encajar en un sitio en el que no termina de encajar. Toda la historia está narrada desde la perspectiva de Beatrice. Yo lo he devorado este fin de semana, una lectura más que recomendada.
Lo puedes encontrar en Amazon Kindle por 7,59 € y en tapa blanda por 18,05 €. Y si no te animas a leer el libro, ya sabéis, en breve tendremos la película.
Cayó en mis manos. Interesante,se lee rápido Y tiene algo de fondo. Más de eso no. Le falta fuerza a los personajes y a la historia. No es la gran novela, tampoco es una cosa diferente a lo que se ha hecho.
Creo que los personajes evolucionan bien, aunque seguramente los vayamos evolucionar mejor en el resto de la saga. Pero si, no es la GRAN historia, pero al menos para mi, bastante entretenido.
Pues aquí iba el comentario xDDD. La saga está en lista de espera para una futura lectura. Todavía hay pendiente Sinsajo y Danza de Dragones. La guardaré para verano, el combo piscina, sol y Kindle se agradece mucho.
Yo ya estoy casi terminando el 3º de esta trilogía, me está gustando mucho 🙂 La de los Juegos del Hambre ya la leí y Juego de Tronos no he sido capaz de empezar…