Por todo el mundo se celebran manifestaciones culturales en forma de fiestas populares. Las hay de todo tipo pero una cosa que nadie puede negar es la enorme importancia que tienen para nuestra sociedad. Fiestas y romerías hay muchas. Espectaculares, llamativas, mundanas o espirituales pero todas ellas básicas para entender de donde venimos. Puedes encontrar algunas visitando este interesante enlace “Cada fiesta es un mundo” de Ionela Scoarta.
Paralelamente a estas tradiciones la sociedad evoluciona y con ella los exponentes artísticos y culturales. Recientemente se ha celebrado en Vigo un evento tan humilde como importante en lo referente a lo social. Lo que podría pasar por una simple noche de rock fue en realidad un hermanamiento en toda regla entre bandas de rock nacionales y del país vecino. Portugal.
Es impresionante la cara de tonto que le queda a uno cuando piensa en la poca proyección que tiene la cultura rock portuguesa en nuestro país. Podría elevar a los cielos multitud de cosas del país vecino, desde su gastronomía a su pasión. Para los que se sientan ofendidos por esta publicidad que se queden tranquilos. La marca España ”is diferent”.
Una cosa que he comprobado de mis visitas a los vecinos lusos ha sido su enorme cultura musical reflejada en un elenco de festivales musicales de primer nivel con una organización excelente. Si investigas un poco descubrirás auténticas joyas para los oídos. Podría también hacer el mismo balance desde el otro lado de la frontera. En España tenemos muy buena calidad musical a pesar de las radiofórmulas y sus dogmas de fe. Otra cosa es mi experiencia vital en los festivales de aquí. Mejor lo dejo para otro día. Una retirada a tiempo es una victoria.
El “Atlantic Rock Festival” nombre oficial del evento, fue algo más que un concierto de rock. Fue una fusión entre culturas. El numeroso público asistente, en torno a unas ciento cincuenta personas en la Sala Iguana Club, recibieron un claro mensaje. La música une.
No existen más muros entre nosotros que los que quieras construir. Sin muros ni alambres de espino en su cima seremos libres para descubrir desde el respeto a lo diferente, todo lo grandioso que este pequeño mundo azul nos ofrece. Ya parezco Paulo Coelho. Perdonad sus fans por la comparación.
El “Atlantic Rock Festival” o “A.R.F” para los amantes de las siglas estuvo dignamente representado por la banda portuguesa “Jarojupe”, banda con más de treinta años de experiencia y que entre otras cosas tocó con ”Jesus and Mary Chain” o actuó en la mítica sala ”The Cavern”. Es una de las bandas emblemáticas del país vecino y con razón. Hacen un rock que te entra por todos los poros de la piel. Otro representante de esta iniciativa lo encontramos en ”You dog!!”, banda local con una gran proyección por lo que se cuenta en los foros locales. Su actuación supuso el broche perfecto a una noche donde no existió más idioma que la música. Todos nos entendimos.
La idea final del “A.R.F” es perdurar y ampliar su efecto a nivel social. Hacerse más grande y transmitir esa idea más lejos, a más gente. Hemos actuado localmente pero pensamos globalmente podría ser la declaración de cualquiera de sus promotores. Crear un evento donde bandas conocidas y no tan conocidas de los dos países se conozcan. Hagan del respeto y la pasión por la música su única bandera. Se me viene a la cabeza el Festival de Eurovisión. Lo podréis comparar pero seríais injustos. “Atlantic Rock Festival” no tiene nada que ver. Quitando el año en el que ganó Lordi o actuó Chiquilicuatre, nada que ver.
No permitáis que nadie pise vuestros sueños. Pero que estos sean legales que la vida está muy cara, tanto que voy a recuperar mis cintas de video y viajar al pasado. ¿Recuerdas cuando echaban videclips de tus grupos favoritos y Pearl Jam era número uno de los 40?.
Hoy estoy en modo nostálgico. Hasta pronto.
