Durante la segunda quincena de marzo nos encontramos con dos fiestas con orígenes religiosas de dos culturas distintas: San José en la cultura católica y Purim, una de las fiestas importantes de los hebreos.
No tienen nada en común aparte de que los orígenes de las dos fiestas se encuentran en la Biblia. El Purím se basa en una historia del Antiguo Testamento y San José siendo un personaje conocido del Nuevo Testamento. El catolicismo reconoce la historia en la que se basa la fiesta hebrea, pero las fiestas cristianas se basan más en eventos del Nuevo Testamento.
Las Fallas de Valencia
Entre el 15 y el 19 de marzo, Valencia celebra su fiesta más conocida. Pero a día de hoy, la fiesta de San José se ha quedado integrada e incluso segundar, ya que la fiesta es más conocida por Las Fallas, una celebración no sólo cristiana, pero también basada en orígenes paganos previos al cristianismo relacionados con el fuego y las hogueras. El carácter cristiano de las Fallas está relacionado con el hecho de que los carpinteros quemaban en la víspera del día de su patrón, San José, en una hoguera purificadora, las virutas y trastos viejos sobrantes y se purificaban después del invierno.
Con el paso de los años la fiesta ha llegado a ser un símbolo de la ciudad de Valencia y de sus alrededores. Un verdadero espectáculo en la calle. Estatuas y muñecos gigantes en cada plaza, conciertos callejeros, espectáculos, fuegos artificiales y mucho más durante los 5 días de diversión. Unos de los principales elementos de las fiestas falleras son los espectáculos pirotécnicos, mascletaes, ya que desde que la pólvora y pirotecnia llegaran con los musulmanes, éstas siempre han estado ligadas a las festividades del pueblo valenciano. El apogeo de la fiesta es el último día, cuando se elige la Falla ganadora. Todas las demás fallan se queman. La noche del 19 al 20 de marzo, la ciudad de Valencia se llena de pequeños incendios controlados que flamean por toda la ciudad.
Purim
El 16 de marzo los judíos celebran el Purim. La fiesta tiene sus orígenes en el medio este, pero dado a que la población judía está esparcida por todo el mundo, el Purim se ha convertido en una fiesta conocida de los judíos, y la minoridad judía la celebra allí donde esté.
La celebración está relacionada a una historia del Antiguo Testamento. El imperio Persa , en el siglo IV AC se extendía sobre muchos países, y todos los judíos eran sus súbditos. El rey Asuero da orden que se organice un concurso de belleza para elegir a la nueva reina. Una joven judía, Ester, encuentra favor en sus ojos y se convierte en la nueva reina, pero sin revelar su identidad y origen. Haman, el primer ministro era antisemita y convence al rey para que decrete el exterminio de todos los judíos. El tío de Ester, Mordejai, le pide ayuda para salvar a los judíos. Ester le solicita al rey que participe en un banquete realizado en su honor. En el banquete, Ester revela al rey su identidad judía. Haman es colgado y Mordejai es nombrado primer ministro en su lugar. El Purim celebra la victoria del pueblo judío contra Haman.
El carnaval de Purim es ya parte de la cultura; relacionado al hecho de que Ester había vivido en anonimato, hoy en la calle la gente se viste de lo que se les ocurra. La comida y la bebida es casi un deber. Hay una expresión judía que dice que en esta fiesta uno tiene que beber hasta no poder diferenciar entre Haman y Mordejai, y se ve que la gente se lo toma como un reto personal.
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Hay que reconocer que esta vez para disfrutar de estas dos fiestas no nos tenemos que desplazar mucho de casa ya que una la tenemos aquí en España y la otra en todas las ciudades en las que hay judíos. Es muy interesante ver la fiesta, y por qué no, el mundo, mediante los ojos de las minorías que tenemos a nuestro alrededor, es como tener experiencias de viaje en tu propia ciudad.
