Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas, y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias, pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.
Estos versos de “Papá, cuéntame otra vez”, la canción de Ismael Serrano, resumen perfectamente el espíritu de la obra de teatro de Robert Patrick, estrenada originalmente en 1975, y que llegó dos años después a nuestros escenarios. Esta obra nos muestra la situación en la que se encuentran cinco arquetípicos personajes de la sociedad norteamericana unos años después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, hecho del que este año se conmemorará su 50 aniversario.
Los personajes son figuras caídas, muñecos rotos, restos de aquella época llena de sueños y esperanzas, de luchas sociales: un actor de teatro que vivió el nacimiento del movimiento underground; una aspirante a actriz que se cree la sustituta de Marilyn Monroe; una antigua hippie que ha vivido personalmente la mayor parte de los movimientos sociales en defensa de la mujer, de los jóvenes, de los negros…; una secretaria que ante el asesinato de su presidente decide dedicar por entero su vida a mantener viva la memoria de Kennedy; y un inocente chico de pueblo que, de repente, se ve trasladado a Vietnam, haciéndole descubrir el mundo de una forma más que brusca.
Todos ellos van dejándose morir en la barra de un bar, incapaces de reconocer el fracaso de los grandes héroes (Kennedy, King, Gandhi) porque no quieren reconocer el fracaso que representan sus propias vidas. Esa época, los años 60, fue cuando más pudimos vislumbrar un posible cambio a un futuro mejor, un cambio del que las personas normales podían ser partícipes. Pero, de repente ( y no precisamente el día del asesinato de Kennedy) todo aquello se paró, dejando huérfanos a millones de personas. Huérfanos de sueños y de esperanza, y con una herida que aún hoy sigue abierta, por lo que aún tenemos aquella época algo idealizada.
El autor, Robert Patrick, escribió la obra casi una década después, consciente del tiempo pasado, y de los sueños no realizados, conformando una necrológica de aquellos sueños de toda una generación que casi llegó a tocar el futuro con sus manos. Se estrenó en 1977 en nuestro país, con libreto traducido precisamente por el ahora director de la versión, José Mª Pou. La escenografía intentará sumergirnos a base de una serie de imágenes y música de aquella época. Llega hoy viernes 11 a Madrid tras haber sido representada varias veces en Bilbao y Pamplona.
El reparto está formado por Maribel Verdú, Emma Suárez, Ariadna Gil, Fernando Cayo y Alex García, y podremos verla desde hoy día 11 en el Teatro Cofidis-Alcazar, calle Alcalá, 20, de Madrid.