Final de la sexta temporada de True Blood: análisis

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La sexta temporada de True Blood ha terminado en Estados Unidos. La audiencia este año ha sido un poco inferior a la esperada, al igual que la calidad de la serie. En esta temporada, los vampiros han pasado a ser víctimas de los humanos y Sookie estuvo a punto de convertirse en hada-vampiro. El final ha sido muy bueno, dejándonos la miel en los labios y esperando con ansia la que puede ser la última temporada de la serie. Ojo, que este artículo contiene spoilers.

Todos los personajes han visto peligrar sus vidas

El pasado domingo finalizó en EE.UU la sexta entrega de la gran serie de vampiros True Blood, emitida por la cadena de cable HBO. El season finale no ha dejado indiferente a nadie, así que vamos a sumergirnos en lo que dio de sí esta temporada.

Empezando por los datos cuantificables, hay que decir que la serie perdió audiencia desde el principio, cuando la final de la NBA coincidió con la emisión del primer capítulo. Comparando las dos últimas season premiere vemos que True Blood perdió casi un millón de espectadores, que ha ido recuperando poco a poco pero ni siquiera el último capítulo consiguió mejorar las cifras significativamente.

En cuanto a nivel artístico y creativo, la serie también ha pegado un pequeño bajón. La frescura que la caracterizó durante sus primeras temporadas ya no es tal, y algunas tramas, diálogos o acciones de los personajes han perdido sentido, sobre todo el personaje de Sookie (Anna Paquin), que cada vez es un poco más molesto, aunque no es el único. El protagonismo esta temporada ha sido para los vampiros, que han sido víctimas del Gobernador Truman Burrell (Arliss Howard), un político que ha conseguido confinar a un gran número de vampiros en un campo de concentración donde son objeto de desagradables experimentos. Eric (Alexander Skarsgard) y Bill (Stephen Moyer), que se convirtió en semidiós tras beber la sangre de una antigua diosa de los vampiros, serán los encargados de salvar a los de su especie. Sookie, mientras tanto, conoce al vampiro asesino de sus padres, que resulta no ser el monstruo que ella creía. Tiene que decidir si aceptar su destino y convertirse en hada-vampiro o romper el acuerdo con Warlow (Robert Kanzinsky). El final de la temporada ha sido bueno, dando un salto de seis meses en el tiempo y con un gran cliffhanger, que cumple con su función a la perfección, dejarnos con los dientes largos.

Ultima escena de Eric esta temporada

Es cierto que True Blood no fue concebida como una serie para marcar un hito, como Homeland o Breaking Bad, sino como mero entretenimiento y que, a pesar de todo esto, siempre ha sido una crítica a la humanidad desde sus orígenes hasta la actualidad. Esta temporada le ha tocado el turno a los totalitarismos al más puro estilo nazi y a los matrimonios concertados. Pero el racismo, la xenofobia, las sectas, la política o el extremismo religioso también han sido tocados por Alan Ball y compañía, pero adaptándolo a un mundo lleno de vampiros y otras criaturas, siempre con sentido del humor e ironía.

A pesar las carencias que ha venido mostrando esta serie durante las dos últimas temporadas, sigue siendo una serie muy recomendable, y cuando finalice será recordada como se merece. Un final que podría llegar en la próxima temporada. Ha sido el propio Brian Buckner, el actual showrunner de la serie, el que lo ha desvelado, según TV Line. Los fans de la serie no habrán quedado decepcionados (entre los que me incluyo), ya que han tenido todo lo que la serie suele ofrecer: sangre, violencia, erotismo… Y a ti ¿te ha gustado la temporada? ¿Qué te pareció el final? ¿Crees que la serie acabara en la siguiente temporada?

Archivado en Breaking Bad, Final de temporada, HBO, Homeland, Series, True Blood
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