La última película de Clint Eastwood ha generado una polémica inusitada en todo el mundo de una forma que muchos no alcanzamos a comprender. El Francotirador (American Sniper) nos cuenta la historia de Chris Kyle, un tirador norteamericano con más de 160 muertes a sus espaldas. La división de opiniones sobre el filme no se debe a la calidad del mismo, de la que sí hablaremos en este artículo, sino a la figura del propio Kyle, un asesino cobarde o un héroe.
Que Clint Eastwood sea considerado como el último clásico de Hollywood también tiene una lectura negativa, y es que algunas de sus películas pueden parecer historias añejas contadas por el anciano de Gran Torino. Lo que hace diferente, que no especial, a El Francotirador es que Chris Kyle es un personaje real, público y considerado como héroe por la mayoría de los habitantes de la América profunda, aunque denostado por el sector más progresista de la sociedad hasta el punto de ser asesinado por un ex marine. Esta contrariedad ha provocado que haya sido todo un éxito de taquilla en Estados Unidos y le ha valido seis nominaciones a los Oscars, incluyendo el de mejor actor para Bradley Cooper, lo que también ha encendido a muchos de sus detractores.
En efecto, Cooper borda un papel controvertido con la solvencia que está demostrando en sus últimas películas y en el apartado técnico la cinta es impecable, pero si no conoces a Chris Kyle y no tenemos el concepto de héroe tan arraigado como lo tienen los americanos, lo más normal es que El Francotirador nos dure muy poco en la memoria. Su narración es muy atropellada, fruto de la adaptación de una autobiografía con la que Eastwood debía estar entusiasmado y reticente a omitir algunos pasajes. Como ejemplo, el flashback inicial contando la vida de Kyle no merece la pena si es contado casi a cámara rápida. El resto de la película me recuerda demasiado a otra célebre y reciente triunfadora en los Premios de la Academia, En tierra hostil (The Hurt Locker), con mujer sufrida incluida y un protagonismo casi unipersonal.
Sobre si el filme me parece un panfleto republicano pro bélico, no creo que sea para tanto. Es obvio que Eastwood siente respeto y admiración por el personaje y lo explota como héroe que cree que es. Yo no creo que Chris Kyle deba ser considerado como un héroe nacional, más allá del agradecimiento que le deben aquellos cuyas vidas salvó. Es cierto que la sociedad americana ensalza a sus héroes de una forma realmente envidiable. Aquí el debate sería si merece tanta devoción una persona que, con 160 muertes a sus espaldas, puede ser considerado como un asesino de masas. Creo que este marine hacía muy bien su trabajo, la cuestión es que éste era matar gente desde lejos. Kyle es un asesino sí, pero ¿quién no lo es en la guerra?
