Nunca he sido yo muy de Pretty Woman, aunque he de reconocer la importancia que tuvo y que tiene en la historia del cine, al ser la película que dio el empujón definitivo a la comedia romántica como género, que desde entonces ha registrado éxitos de taquilla brutales y sonoros batacazos también. Un género que ha dado salida al overbooking de starletts de Hollywood y con el que se ha ganado mucho dinero.
Y en esas estaban las productoras en los albores de los años 90, buscando una fórmula mágica para reventar las taquillas de todo el mundo, y parece que tuvo que haber por ahí un visionario que vio una comedia romántica en un guión sórdido y muy duro más cercano a Leaving Las Vegas que al resultado final. Personalmente, me hubiera gustado ver la otra película, en la que Julia Roberts era una prostituta drogadicta, malhumorada, malhablada y maleducada. Todo muy mal. Bien. Y Richard Gere no se llevaba mejor parte, pues también era iracundo y malhablado al más puro estilo DiCaprio en The Wolf of Wall Street. Un yupi más cercano a la realidad.
Y eso que Pretty Woman de por sí ya tiene su miga. Primero porque es una historia de amor entre una prostituta y un putero, ni más ni menos. Y que Richard Gere fuera tan encantador no le quitaba que lo fuera. Si su relación ya nace en un entorno discutible, el mensaje, el poso que deja en el espectador es que la prostitución es de color de rosa y que se puede ser tan afortunada de acabar conociendo a un ricachón y vivir felices para siempre. Yo creo que a estas alturas todos sabemos que no hay ni una pizca de verdad en ello y que contársela a adolescentes no hace ninguna gracia. Como si nadie supiera que los blockbusters influyen en la gente.
3000, que así se iba a llamar esta versión heavy en referencia a la cantidad que se iba a pagar por esa semana, hubiera sido mejor película, más dura y con un mensaje claro e inequívoco, apuesto lo que sea, y quién sabe si también ocuparía un lugar destacado en la historia del cine y los Oscars, eso no lo sabremos. Pero lo que sí sabemos es que Pretty Woman lo consiguió a pesar de no ser una gran película, estar muy alejada de la realidad, pero dio forma a un género, creó una nueva estrella e hizo mucha, mucha pasta.