No es habitual que una serie termine en su tercera temporada pero teniendo en cuenta que su showrunner es Aaron Sorkin y la cadena es HBO, se puede esperar cualquier cosa. No es necesariamente negativo que The Newsroom no haya llegado hasta cinco o seis, pero lo cierto es que a los que nos entusiasmó desde el principio pensábamos que la serie podría haber dado más de sí. La última entrega se estrenó anoche en Estados Unidos y hoy la podremos ver en España de la mano de Canal+ Series.
Ya decía que la primera temporada de The Newsroom entusiasmó a muchos por su narrativa, sus personajes y los diálogos marca de la casa. Sorkin nos abrió las puertas de una redacción de un noticiero de una televisión de cable y nos ha enseñado desde entonces mucho sobre el periodismo. Las luchas de poder, el ego de las estrellas de la televisión, el tratamiento de la noticia y la forma de conseguirlas, las tramas personales y empresariales. Todo ello ha estado perfectamente retratado durante las dos temporadas previas con un gran toque de humor, ironía y quizás un excesivo idealismo.
Esta visión idealista sobre la profesión ha sido muy criticada a lo largo de la serie y tienen razón sus detractores. Es complicado conseguir una redacción tan comprometida y unos jefes tan permisivos, pues en la vida real la mayoría de las noticias controvertidas y los subjetivos planteamientos de Will McAvoy en News Night serían imposibles de llevar a cabo en un mundo tan controlado al dedillo por los poderes fácticos. Aún así, The Newsroom apuesta por el “cómo debería ser” en lugar de enredarse en el lado injusto e ingrato del periodismo, y lo celebro. Sin embargo, no soy tan entusiasta con la decisión de Sorkin de edulcorar ciertos momentos de la serie hasta convertirla en empalagosa, véase el final de la segunda temporada.
The Newsroom será así otra de las series que dirá adiós este año, como hiciera hace poco Boardwalk Empire o How I Met Your Mother, cosa que también hará el propio Sorkin, quien anuncia abandona la televisión definitivamente tras haber escrito cuatro ficciones y, según él mismo, cosechar más fracasos que éxitos. En su mano está, por tanto, cerrar la serie dignamente y despedirse del medio por la puerta grande como uno de los mejores guionistas de su historia.