Hace más de una década una tal Jill Solloway trabajaba codo con codo con Alan Ball escribiendo Six Feet Under (A dos metros bajo tierra), una de las series que ayudaron a crear lo que hoy conocemos como el sello HBO. Y lo hicieron dibujando el perfil de una familia totalmente disfuncional, en la que sus miembros, si no entendiéramos bien su contexto, diríamos que están como una cabra. El año pasado, Solloway, ya como creadora en solitario, dio unos cuantos pasos más allá con Transparent, hasta ahora el mayor éxito de Amazon Studios.
Mort es un padre de familia maduro divorciado de la madre de sus hijos. Un buen día Mort se convierte en Maura, es decir, se destapa como transexual, como lo llaman en la serie. No le gustan los hombres, tampoco quiere operarse para ser mujer, simplemente disfruta siéndolo de una forma más superficial. A medida que avanzan los capítulos descubrimos que esa faceta le ha acompañado desde hace muchos años, pero ha llegado el momento de confesarlo a sus hijos, tres narcisistas, egoístas y sexualmente confusos puramente californianos. Sarah es la mayor, ex lesbiana atrapada en un matrimonio con un hombre al que no quiere, Josh es un productor musical adicto al amor, que siempre se enamora de la mujer equivocada y Ali es la niña de papá, a la que todo se le ha consentido en la vida quizás por compensar la desatención que sufría. Ésta última es para echar de comer aparte.
El punto de partida de la serie puede sonar demencial pero es mucho más aún, pues las situaciones que genera Mort/Maura con su decisión son un grano de arena más en las neuróticas vidas de los Pfefferman. Transparent forma parte de ese género que poco a poco se impone en las cadenas de cable o plataformas online que es la dramedia (véase Orange Is The New Black), una mezcla de géneros que suele tener a la comedia como gran perdedora pues las situaciones, aunque hagan gracia, también genera muchos otros sentimientos. ¿De qué me estoy riendo? Hay episodios que te dejan hecho polvo por su negatividad y otros que te hacen ver la vida de forma más positiva. Solloway, muy hábilmente, propicia dilemas morales que hundirían a cualquiera en la miseria pero consigue sacarle el punto cómico.
Podemos decir que Jeffrey Tambor es Transparent, pues borda un papel hecho a medida para él. Cuando aparece en escena ataviado con esos vestidos la serie gana por todos lados. Como en The Good Wife, es el juez encargado de poner orden, esta vez en su alocada familia. No es el único, pues el resto del reparto está a la altura de las circunstancias, aunque no soporte a Gaby Hoffman, ni a la actriz ni a su personaje. También la dirección ayuda mucho, sin mucho artificio, como su fotografía, austera, tan propia del cine independiente.
Transparent fue una de las mejores series de 2014 y ganó con todo merecimiento dos Globos de Oro a la Mejor Comedia y Mejor Actor de Comedia para Jeffrey Tambor. Un estreno que puso a Amazon en el mapa seriéfilo y cuya continuación ya estamos esperando fervientemente.
