Todos los seriéfilos tenemos cuentas pendientes y el que diga que no miente como un bellaco. Casi todos, bien por llegar tarde a esto de escribir en blogs, por menospreciar un producto que a priori podría parecer menor o simplemente porque no hay tiempo para verlo todo, nos estamos perdiendo series que están causando furor entre el público y la mayoría de la crítica mundial. Pero tras mucho luchar contra los elementos, he empezado por fin con The Good Wife.
Había visto en su día el piloto y dos o tres capítulos más y me pareció un procedimental de abogados de lo más normal. Como soy incapaz de engancharme a este tipo de series, la dejé completamente de lado, a pesar de los actores y de que el punto de partida personal de Alicia Florrick era de lo más interesante. Tras mucho escribir en el blog (y también leer muchos otros) descubrí que The Good Wife aparecía en todos los rankings personales de los críticos en los que suelo confiar. Pero entonces topábamos con dos problemas graves. El primero es su duración, cinco temporadas a veintitantos capítulos cada una eran (son) demasiados para alguien que tiene una lista de espera muy muy larga. El otro escollo era mi filtro para poder ver todas esas series de la lista, y es que últimamente casi todo lo que veo es de cadenas de cable norteamericanas, cuyas ficciones son más adultas, sin censura y sus temporadas tienen la mitad de capítulos que las de las networks. Aún así, decidí darme por vencido.
Todo lo que recordaba sobre The Good Wife seguía justo donde lo dejé pero junto a las tramas de abogados y los casos capitulares, encontré muchas otras cosas en las que mi yo de hace cinco años no reparó. Para empezar, los casos de una u otra forma siempre están muy relacionados con la trama principal y siempre resultan interesantísimos. Del mismo modo, a diferencia de otras series, los jueces, los fiscales y abogados de otros bufetes también forman parte del reparto y, sean secundarios o recurrentes, conocemos siempre quién se enfrenta a Alicia y compañía y quién juzga sus casos, y eso es un plus porque se hace todo más cercano, tanto que incluso en ocasiones da la sensación que estamos situados en ese abismo neutral que separa el estrado de las mesas de los abogados.
Y, por supuesto, uno de los mayores atractivos es el reparto casi en su totalidad. Empezando como no con Julianna Margulies, una actriz soberbia y muy creíble que debo confesar que no era santo de mi devoción, sobre todo cuando la veía ganar en los Emmys con una serie “que no era para tanto”. Pero junto a ella hay un elenco genial de actores y actrices a los que sus personajes engrandecen, también hay que decirlo, como a Will Gardner (Josh Charles, Sports Night) o Diane Lockhart (Christine Baranski) por citar a algunos de los más destacados. Junto a todos ellos hay que destacar la avalancha de personajes invitados que van apareciendo poco a poco, como es el caso de Carrie Preston, Michael J. Fox, Amanda Peet y un infinito etcétera de caras famosas que han protagonizado otras series o películas.
En fin, ya estoy del todo enganchado a este drama de CBS, es lo que queríais ¿no? Ahora uso expresiones como your Honour o in my opinion y llamó a Alicia Alisha y hasta Chris Noth ha dejado de ser Mr. Big para mí. Y eso que aún estoy por la segunda temporada, lo digo por si os veis tentados a soltarme algún spoiler. Avisados estáis. Y no dudéis en verla porque no os arrepentiréis seguro.
Es una gran serie! Nunca me defraudó !! Solo te faltó elogiar Archie Panjabi que interpreta a Kalinda, la sagas detective privada. La actriz elabora un personaje de lo mas interesante y le da un protagonismo fundamental !! A tal punto que le valió un Emmy como actriz de reparto en drama. Pero en general, como bien dices, todos, absolutamente todos, protagónicos, de reparto e invitados se lucen en The Good WIfe
Cierto que se me olvidó mencionarla. Su personaje es de lo más interesante aunque su trama de la segunda temporada me cansa un poco. Gracias por el comentario.