Hace más de una semana que terminó la primera temporada de True Detective, pero todavía le estamos dando vueltas a su historia, personajes y su simbología. La primera impresión que tuve al verla, fue lo que me recordaba a otra serie mítica de una temática parecida que hace casi 25 años tuvo pegados al sofá a espectadores de todo el mundo, Twin Peaks. A simple vista son dos series muy diferentes, y lo son, pero toda ficción criminal se ve influenciada en mayor o menor medida por ella.
Las similitudes entre las dos series son superficiales puesto que la forma en que Pizzolatto y Fukunaga han desarrollado su historia tiene muy poco que ver con la que eligieron Lynch y Frost en su momento. Mientras True Detective tiene un tono más sobrio, existencial y con personajes autodestructivos, mientras que Twin Peaks, a pesar de ser muy dramática y dura por momentos tiene un tono más relajado que es lo que le confiere parte de su misticismo.
Ambas series arrancan con el hallazgo del cuerpo de una chica asesinada en extrañas circunstancias. Laura Palmer aparece a la orilla de un río envuelta en plástico y Dora Lange en un campo de maíz con diversa simbología satánica. Ambas jóvenes llevaban una doble vida de drogas y prostitución, y las dos tenían un diario que, cuando son encontrados, sirven para dar pistas a los detectives para resolver sus respectivos crímenes.
Otra característica común es el entorno en el que se comenten los crímenes. A pesar de que las dos historias ocurren en dos extremos opuestos de Estados Unidos, la atmósfera es igual de opresora. En ambas cabeceras se pueden observar imágenes de paisajes, en apariencia idílica pero en la que la industria tiene un papel muy importante. La Luisiana de True Detective es un personaje más de la serie pues la idiosincrasia que tiene debido a la mezcla de culturas y la forma de vida de sus habitantes hacen que parezca que la historia no podría ser contada en otro lugar. A Lynch, al mismo tiempo, le preocupaba más el concepto de un pequeño pueblo cuya población escondía grandes secretos que la investigación del asesinato.
Ambas series están protagonizadas por una pareja de detectives, Cohle y Hart en True Detective, y Cooper y Truman en Twin Peaks. En las dos parejas hay un hombre de ley (Hart y Truman), que son los que teóricamente aportan la cordura. Los otros dos son los especiales, dos detectives que utilizan su intuición para resolver crímenes y ambos reciben ayuda en forma de alucinaciones, aunque éstas son de diferente naturaleza y es aquí donde radica su gran diferencia. Mientras Cooper es una persona feliz e idealista, Cohle es un nihilista traumatizado que tiene poco aprecio por sí mismo. Pero por estos diferentes caminos, ambos consiguen una especie de comunión mística.
Otro de los puntos comunes lo encontramos en la simbología, sobre todo en Twin Peaks, ésta cobra una especial importancia pues es un personaje más que hace que la serie sea tan rica. True Detective no tiene tanta pero es normal pues sólo se ha emitido una temporada. Como ejemplo común podemos destacar la utilización de círculos en la primera, y espirales en la segunda, como símbolo del mal. También es fuerte la intertextualidad en ambas. Toda obra de Lynch tiene constantes referencias a otras películas, novelas y épocas concretas. Para True Detective, Pizzolatto bebe principalmente de un libro de cuentos llamado The King in Yellow (El Rey amarillo), publicado a finales del siglo XIX y donde están la mayoría de conceptos de la serie y, por supuesto, de la propia Twin Peaks.
Por último, ambas series tratan en el fondo de lo mismo, la lucha entre el bien y el mal. Por supuesto, no es un motivo exclusivo de esta serie, es más, la mayoría se apoyan en esta eterna lucha. Pero en ambos casos, se trata de una forma similar. Twin Peaks entra en el territorio de lo oculto a través del concepto de Logia Blanca y Logia Negra, donde reside el bien y el mal, respectivamente. En True Detective se hace referencia a las estrellas negras como el símbolo del mal que siempre va a estar entre nosotros.