Los Oscars son, año tras año, la gran fiesta del cine mundial, donde el star system de Hollywood luce palmito y ropa muy cara. Mañana se hablará mucho de las mejores y peores vestidas pero también de los ganadores de los Premios de la Academia, los más prestigiosos del mundo. Como tales, nosotros vamos a mojarnos con nuestras predicciones, basadas en parte en la razón y, por supuesto, en el corazón.
Personalmente creo que ha sido un año bastante raro en cuanto a cine se refiere. Frente a otros años, en los que las películas grandilocuentes de estudio o de afamados directores se imponían, este año la mayoría de las nominadas son cintas de corte independiente o con presupuestos más bajos de lo normal, al menos las principales favoritas. Esa carrera la encabezan Boyhood y Birdman y una de ellas se alzará casi con toda seguridad con el premio a la Mejor Película, sin perder de vista a El francotirador, que podría ser la gran sorpresa de la noche. Personalmente, la razón me dicta que será Boyhood la vencedora, pero yo estoy con Birdman. En cuanto a la Mejor Dirección, todo apunta a que será Alejandro González Iñárritu quien se llevará el gato al agua gracias a su excelente trabajo en Birdman. Tras él, Linklater parece el mejor posicionado tras su constante trabajo en Boyhood a lo largo de doce años, aunque yo se lo daría al mexicano con los ojos cerrados.
Este año parece que los premios a los actores están muy claros, a diferencia de otras ediciones. La única categoría que aún presenta serias dudas es la de Mejor Actor Protagonista, donde hasta el final no sabremos si gana Eddie Redmayne por La Teoría del Todo, que ha ganado la mayoría de galardones, o Michael Keaton por su desatada actuación en Birdman. Dos estilos diferentes, dos justos vencedores. En cuanto a la Mejor Actriz, el camino parece despejado para Julianne Moore, por Still Alice, con hilo de esperanza para Rosamund Pike por Perdida. J.K Simmons por Whiplash y Patricia Arquette por Boyhood tienen virtualmente asegurada sendas estatuillas como actores de reparto.
Los guiones parecen decantarse por The Imitation Game o La Teoría del Todo en los adaptados y para The Grand Budapest Hotel, premiando en ambas categorías a películas que no van a conseguir los premios gordos. Otro Oscar que parece otorgado de antemano es el de Mejor Fotografía para el mexicano Emmanuel Lubezki (Birdman), unanimidad en todas las apuestas y creo que el vencedor más justo. El Mejor Montaje tiene como favorita a Boyhood, pero yo pienso que debería ganarlo Whiplash, ya que gran parte del valor de las película reside en varios apartados técnicos que la convierten en una obra virtuosa. La Mejor Banda Sonora será, o bien para The Grand Budapest Hotel o bien para The Theory of Everything, mientras que Glory sería la Mejor Canción por Selma. Por último, en el apartado de Mejor Película de Habla No Inglesa, todas las direcciones apuntan hacia la polaca Ida, aunque la categoría está muy abierta a diferencia de otra ediciones, eso sí, no tanto como para que la argentina Relatos Salvajes consiga la estatuilla.
Estas son mis predicciones para las principales categorías. Personalmente, mis películas favoritas este año, de las que he tenido la oportunidad de ver, han sido Birdman y Whiplash. La primera es una rareza y un filme poco “oscargénico” (si se me permite la palabra) y la segunda es muy especial, tanto que podría considerarse un clásico en el futuro, puesto que es todo un manual de cómo usar el lenguaje cinematográfico en todas sus vertientes para lograr un resultado fantástico. También considero Boyhood una gran película pero no me ha llegado tanto como las otras dos. Todo queda, pues, preparado para esta noche, cuando Neil Patrick Harris dé el pistoletazo de salida a la ceremonia, que esperamos que no sea tan aburrida como en años anteriores.
