Hace más o menos un año que nos estábamos llevando las manos a la cabeza con el devenir de una de las series más importantes de los últimos años, Homeland. Tras dos temporadas espectaculares, la tercera se ubicó en un punto de no retorno en el que cualquier salida que se le hubiera dado a una trama que ya no daba más de sí hubiera sido desacertada. La muerte de Brody, inevitable desde que fue desenmascarado, ponía la serie en un dilema en el que, o se reseteaba adecuadamente o se iría al garete.
El principio de esta cuarta temporada no auguraba nada bueno tras un primer capítulo que transcurre íntegramente en Afganistán y un segundo en suelo americano en el que conocemos al fin a su hija, de la que no sabemos nada desde entonces, por cierto. El tercero y el cuarto sienta las bases de lo que sería el resto de la temporada. Cuando los escarceos de Carrie con un joven al que intenta reclutar para su causa se convierte en motivo de celos de Quinn, cuando la trama geopolítica parece del todo estancada, es cuando empezamos a dar a Homeland por perdida, yo fui el primero que pensó que era el momento de abandonar como empezaban a hacer todos.
Pero desde entonces, no ha hecho más que crecer y crecer hasta tal punto que el noveno episodio, There’s Something Else Going On, puede calificarse como uno de los mejores de toda la serie. Todos los ingredientes que había perdido están de vuelta y con la misma fuerza y capacidad de sorpresa que siempre. Homeland se ha caracterizado siempre por sus impresionantes cliffhangers y por llevar a sus personajes a sus límites emocionales, sobre todo a Carrie, cuya bipolaridad unido al estresante trabajo que tiene le hace encontrarlo antes que a los demás. La tensión en estos capítulos ha sido tremenda, tanto como para verla junto a un desfibrilador por si acaso.
No sé si estoy más sorprendido por la propia trama en sí o por el hecho de que una serie a la que casi todos daban por muerta, haya conseguido resucitar con la fuerza con la que lo ha hecho Homeland. Y más viniendo de Showtime, un canal que siempre ha tenido grandes series que habitualmente han acabado mal, véase el caso de Dexter. Sea como sea, ha vuelto para quedarse y su cuarta temporada se aupará a los primeros puestos de todos los rankings de series del año que empezarán a proliferar dentro de poco en todos los blogs.
¿Qué te parece esta resurrección de Homeland? ¿Crees que estamos viendo los mejores capítulos de toda la serie? ¿Ha vuelto para quedarse?
