He leído por ahí que HBO lo ha vuelto a hacer, ha conseguido crear otro producto brillante, otro más para añadir a la colección. Y la verdad es que tienen razón, pues si bien el comienzo de The Leftovers fue muy muy flojo, con una narrativa muy farragosa, se ha ido destapando poco a poco como una serie genial que ha conseguido acabar su primera temporada en su punto álgido.
Tanto el mérito al final como el demérito en sus inicios corresponde a Damon Lindelof, que ha ido construyendo granito a granito una historia con una solidez considerable y una personalidad única, agotando en ocasiones la paciencia del espectador con preguntas sin respuestas marca de la casa. Junto con los guiones, los actores también han ido creciendo según avanzaban los capítulos como el hipersufrido Kevin Garvey (Justin Theroux), un tipo al que no comprendíamos al principio y que ha acabado la temporada siendo el eje más importante de la narración. Y su actor, brillante. Quién no tuviera un nudo en la garganta en la secuencia de la cafetería es que no tiene corazón, como en el otro desmoronamiento emocional de la finale, el de Nora Durst (Carrie Coon), uno de los mejores personajes de The Leftovers, y su llanto mudo al ver la performance que los Culpables Remanentes habían preparado.
Estos actores, guionistas y directores han conseguido que una historia sobre la tristeza y el duelo no se vaya de las manos en ningún momento con personajes poco creíbles que se fueran de las manos y cayeran en la sobreactuación. Mención especial para los secundarios, que han aportado muchísimo a una serie que merece el calificativo de coral, aunque no lo pareciera en un principio. Un diez para ellos, y también para la música, tanto por la selección de temas como la original creada por Max Richter, que conseguía transmitir lo que pretendía en cada momento.
Si esa capacidad para zarandearte emocionalmente ha sido lo mejor, lo peor ha sido la irregularidad que ha mostrado en muchos capítulos, sobre todos los dos primeros, donde nada tenía sentido. Éstos fueron muy dispersos y bastante mediocres, todo lo contrario que los ya memorizados 3, 6, 9 y la season finale, más algún otro que son realmente brillantes. Este hecho demuestra su carácter extremo, para lo bueno y también para lo malo. Ahí radica su polémica acogida entre el una parte del público que se ha sentido estafado y la otra parte que se ha sentido sobrecogida. Decir que The Leftovers se va al top 5 del año quizá me parece demasiado aventurado, pero está claro que es uno de los mejores estrenos de 2014.