Ya va haciendo un poquito de calor y mi cerebro, al tiempo que empieza a descongelarse, ha decidido ponerse a funcionar, y se le ha ocurrido la maravillosa idea de clasificar a los diferentes especímenes seriéfilos que andan sueltos por las calles de nuestras ciudades. No ha sido fácil establecer esta tipología pues hay muchos factores que hay que tener en cuenta, pero yo me voy a basar en su comportamiento, su actitud a la hora de enfrentarse a una serie. Allá vamos.
1. El desmotivado
Este sujetos no quiere ni oír hablar de series. Alguna vez ha visto un procedimental y algún episodio de una sitcom que suele coger al vuelo, le interesa o le hace gracia pero pasa olímpicamente de ellas. Para él, las series exigen un compromiso y por eso prefieren el cine aunque no creas que le gustan las películas de arte y ensayo. Los síntomas de este tipo se identifican cuando reaccionan con desdén mientras tú te muerdes las uñas en una season finale. Si quieres iniciarlo, necesitas engancharlo con algo muy fuerte, como el principio de Lost.
2. El básico
No necesita mucho para sobrevivir. Le gusta mucho la ficción nacional, sobre todo las comedias como Aquí no hay quién viva o Aída y suele disfrutar con procedimentales como C.S.I o Castle, pero no le pidas tampoco que ponga esfuerzo porque no tiene el más mínimo interés en ver algo le haga pensar más de la cuenta. Ve la serie mientras cena, se queda dormido a las primeras de cambio y va por ahí repitiendo los chistes racistas de Mauricio Colmenero.
3. El iniciado
A este tipo de gente le gusta el tema. Han empezado siendo uno de los dos tipos anteriores pero han descubierto algo que le ha entusiasmado y buscan algo más. Esta especie de seriéfilo descubrió alguna serie como Lost o House, después vio Dexter y ya no pudo parar. Eso sí, todavía no están preparado para ver The Sopranos o The Wire, pero empiezan a plantearselo, pues aceptan las recomendaciones de buen grado y es fácil acertar con ellos. Son carne de cañón para los Guilty Pleasure.
4. El usuario avanzado
Este es el que recomienda. Ha visto ya mucho como para tragarse cualquier serie. Ya sabe dónde encontrar lo bueno y va directo hacia ello. Controla tanto que ya sabe por dónde van los tiros desde que ve el piloto, por lo que puede desechar con bastante facilidad. Pero sufre de un mal muy común entre los de su especie. No tiene tiempo para poder ver todo lo que quiere, que es mucho. Va con retraso en muchas series y sólo lleva al día las que más le gustan. Este tipo ya se puede considerar seriéfilo y ha visto la mayoría de las grandes obras de nuestro tiempo, como The Sopranos, Six Feet Under, Mad Men y, por supuesto, Breaking Bad.
5. El acaparador
Por ultimo, está el grado máximo de seriefilia, que no el más experto. Se lo cree, sobre todo por tener el Síndrome de Diógenes de las series. Lo ve todo, aunque no le guste, hay series que las ve sólo para ponerlas a parir en Internet, lo que podríamos catalogar como un hater. Su pedantería llega al extremo y puede hacer enfermar a los iniciados y usuarios avanzados, pero será objeto de burla por parte de los desmotivados y los básicos. Este grupo disfruta con series tan dispares como Breaking Bad y Smallville y hace cola a la hora de criticar a The Walking Dead y todo lo que guste a la mayoría de los que le rodeen.
Seguro que varios nombres te han rondado la cabeza al leer este artículo, como a todos. Y es que no todo el mundo es válido para compartir sofá con serie. Unos por defecto y otros por exceso. Hay que saber identificarlo porque una vez que le demos al play puede ser demasiado tarde. Y tú, ¿con cuál te identificas?
Yo soy el avanzado. Veo solo algunas series de mucho interés y descarto el resto por completo pero mi tiempo no me ayuda a ver todas las que me gustaría.xD
Yo también me consideró avanzado, pero tengo un poco de acaparador.