El maldito 2013 por fin parece que se despide, esperemos que el 2014 sea más próspero, que falta nos hace. En cuanto a lo que nos ocupa, que son las series, el año no ha sido tan malo, afortunadamente. Entre estrenos y finales hemos visto desfilar varias joyas. No me gustan nada los rankings, así que no voy a hacer enumeraciones, por lo que el orden no tiene ninguna relevancia.
El estreno que más me ha sorprendido este año ha sido el de Masters of Sex, la verdad es que no tenía demasiadas expectativas en la serie de Showtime, quizás por eso me haya agradado tanto su atrevida propuesta sobre el estudio de Bill Masters y Virginia Johnson. Se trata de una serie inteligente sobre el sexo, el machismo (y el feminismo) y la vida en general en los primeros años de la década de los 60 del siglo pasado, siempre tan interesantes de revivir.
Otra de Showtime que me cautivó fue Ray Donovan, cuya mayor virtud es contar con unas actuaciones brillantes de Liev Schreiber y, sobre todo, de Jon Voight, que se apropia de la serie convirtiéndose en casi en su protagonista. Cada vez que sale en pantalla pasa algo interesante. Pero ellos no son los únicos, todos los actores hacen un papel excepcional, ya sean marginales, como los hermanos de Ray, o peces gordos de Hollywood. No decepciona.
De The Bridge no esperaba gran cosa por tratarse de un remake de una serie sueco-danesa, pero su traslación a la conflictiva frontera entre Estados Unidos y México, y su choque cultural, más acusado que en Bron/Broen, le dan un componente social que hace que la versión americana tenga un valor añadido.
Con The Americans tuve sentimientos muy encontrados. Me costó mucho meterme en situación, supongo que por la elección de los dos protagonistas, Keri Russell y Matthew Rhys, a los que estábamos acostumbrados a verlos en otro tipo de series. Pero, en cuanto nos despojamos de los prejuicios y dejamos a un lado las comparaciones con Homeland, esta historia de espías funciona muy bien, apoyada por las excelentes actuaciones de Margo Martindale y Noah Emmerich.
Una mención especial merece las dos nuevas creaciones de la plataforma de V.O.D (video on demand) Netflix, que ha entrado por la puerta grande con dos series de una calidad muy alta. La primera es Orange Is The New Black, creada por Jenji Kohan (Weeds), que cuenta la historia de un grupo de mujeres presidiarias en tono de dramedia. La otra es House of Cards, interpretada por Kevin Spacey y Robin Wright. Se trata de un remake de una producción británica del mismo nombre y promete ser una de las mejores series de los próximos años, de hecho ya se ha colado entre las nominadas a Mejor Serie Dramática en los próximos Globos de Oro.
No quiero ser negativo y hacer una enumeración de las peores series del año, pero debo mencionar los casos de The Blacklist y The Following, dos series de las que esperaba mucho, pero que han acabado por decepcionarme. No digo que sean malas, lo único es que el espectador tiene que hacer muchas concesiones para creer lo que sus guionistas nos proponen, sobre todo en el caso de la segunda, en la que nos topamos con unos agentes federales increíblemente ineptos. Estos casos son el ejemplo perfecto de por qué cada vez veo menos series de las networks tradicionales. Su intento de agradar a todo tipo de público provoca un descenso de calidad en situaciones, diálogos, ritmo, etc. ¿Cuáles han sido para ti los mejores estrenos de este 2013? ¿Estás de acuerdo con mi lista? ¿Cuál añadirías o quitarías?